martes, 28 de octubre de 2014

Objetivo de este blog

Antes o después estaremos obligados a abandonar el Sistema Solar porque el tiempo de vida del Sol es limitado. Si bien tenemos tiempo de sobras ( el Sol aún vivirá 5.000 millones de años), llegará el momento de decidir a dónde nos vamos.

En todo momento supondremos que , el día que decidamos marcharnos, la tecnología se encontrará en un punto mucho más avanzado que el actual, por lo que supondremos la existencia de tecnologías aún no desarrolladas. No obstante, no entraremos en terreno propio de la Ciencia ficción(verbi Gratia,Dune)  que supone la posibilidad de desplazamientos sin movimiento mediante pliegues en el espacio-tiempo .

Si bien tales soluciones parecen posibles desde un punto de vista matemático, tecnológicamente no las veo realizables en un futuro razonable.
Actualmente, sólo una nave fabricada por los humanos se encuentra en trayectoria de abandonar el Sistema Solar. Sin embargo, no se encuentra en rumbo de reunión con ningún sistema planetario de alguna estrella cercana.
Además, aunque así fuera tardaría decenas de miles de años en alcanzarla . Por otro lado, se trata de una sonda espacial no tripulada que, de ninguna manera, permitiría el soporte vital de seres humanos durante un prolongado período de tiempo. Puesto que intentaremos que esta historia sea realista, buscaremos un sistema planetario ya identificado que contenga un planeta presuntamente similar al nuestro.
Para eso, necesitaremos recurrir a un catálogo real de exoplanetas del que podamos extraer datos reales ya conocidos.

Sí supondremos el dominio de la tecnología de reactores de fusión nuclear pero no la posibilidad  de aprovechar la materia y energía oscuras que sabemos inundan el vacío del espacio.

Supondremos que las leyes de la Física son inamovibles por lo que deberemos respetar todos los principios de conservación. Presuntas formas de desplazarse propias de la Ciencia Ficción como agujeros de gusano o deslizámientos por el tejido del espacio-tiempo -supongo que ése es el método que usan Estela Plateada ( Silver Surfer), y Supermán- no las aceptaremos como válidas. Tampoco sustancias antigravitatorias como la que supone H.G.Wells en “el primer hombre en la luna”. Allí recubren la nave espacial con una sustancia (la caborita) aislante del campo gravitatorio al igual que el vidrio o el plástico aíslan del campo eléctrico. En esas circunstancias, viajar a la Luna consiste, simplemente, en dejarse caer hacia ella aislándose del campo gravitatorio terrestre. Sí supondremos, en cambio, que la hibernación humana habrá sido dominada, de modo que, por mucha duración que tenga el viaje, los tripulantes llegarían vivos a su destino. Podríamos de este modo evacuar todo el planeta Tierra  sin dejar aquí a nadie . Se trataría por tanto de un viaje sólo de ida y no deberíamos preocuparnos por la vuelta ya que suponemos el fin del planeta Tierrra ,  causa por la que debemos irnos.
 Hechas estas consideraciones, podremos pasar a imaginar un viaje a las estrellas próximas de la forma más realista posible. Nótese que con este planteamiento, más que un viaje, estamos imaginando un proceso de desalojo de la Tierra y emigración a otros planetas. Si en 5.000 millones de años no somos capaces de hacerlo, desapareceremos del Universo sin dejar el más mínimo rastro de que alguna vez hayamos existido.

Sólo el Voyager I está abandonando el Sistema Solar
Este último punto, no obstante, podríamos suavizarlo lanzando miles de sondas como las ya enviadas con rumbo al infinito como si fuéramos náufragos en una isla en medio del océano lanzando mensajes en botellas con la esperanza de que alguna sea recogida por alguien en algún lugar en algún momento antes de la desaparición del Universo (que también tendrá un final).
Cuando el Sol se convierta en gigante roja, desaparecerá el sistema solar completo